Mi Aventura Working Holiday en Cairns: Buscando trabajo en el trópico
Cairns - Botanical garden, Mayo 2019.
Después de vivir casi dos meses en Melbourne, llegó el tiempo de migrar. El clima comenzó a cambiar: viento, lluvia y frío. Era lo menos que quería para este año de exploración, reconocimiento y descanso mental que mi cuerpo pedía a gritos. La idea era conocer el país, trabajando en algo que no requiriera mayor experiencia. Mi objetivo era encontrar un trabajo en hotelería en algún lugar hermoso al lado de la playa. Desde Melbourne envié muchos currículums, pero la mayoría pedía experiencia que no tenía, ya que nunca había hecho una cama en perfectas condiciones ni sabía servir mesas o preparar cafés.
Llegar a Cairns fue fabuloso. Desde el avión, todo se veía verde y estaba emocionada por cómo sería el lugar. Aterrizar y sentir el calor y la humedad fue pesado, pero estaba contenta de haber llegado. El vuelo se demoró casi tres horas y media desde Melbourne, y creo que dormí todo el viaje, despertando solo al aterrizar. El aeropuerto de Cairns era pequeño, con fotos del lugar. Decidí tomar un Uber para ir a la hostal que habíamos reservado, ya que ahora viajaba con una amiga. Al llegar, nos instalamos en una habitación de 4 camas y conocimos a otras personas que también buscaban trabajo o simplemente conocían el lugar.
Al segundo día de estar en Cairns, uno de los cientos de correos que envié me respondió, coordinando una entrevista online para ese mismo día. Hacer esa entrevista fue lo más estresante que había vivido, porque aún estaba en el proceso de aprender el idioma y no tenía experiencia. Pero lo que había aprendido es que necesitaba ser valiente y hacerlo, aunque no resultara. Para mi sorpresa, nos contrataron y teníamos que volar a un pueblo llamado Weipa, en Cape York, a casi diez horas manejando desde Cairns o una hora y media en avión. Decidimos ir en avión, así que pagamos el ticket y en un par de días estaríamos volando a un pueblo desconocido en medio de la nada para trabajar en un camping.
Primer trabajo
Lo encontré en Facebook, les envié el curriculum con el de mi amiga y boom, llamada entrevista estamos listas para irnos a ver este atardecer.
Conociendo Cairns y sus alrededores.
Mientras tanto, había que conocer Cairns y sus alrededores, así que organizamos algunas visitas con las personas que conocimos. Arrendé un auto para poder movilizarnos. Como yo era la mayor del grupo, arrendar un auto fue simple; tener más de 30 años tenía sus ventajas. Ese primer manejo en Australia aún lo recuerdo como si fuera ayer. Mis piernas temblaban. En Chile había manejado un poco, pero no tenía tanta experiencia y nunca había usado un auto automático. Una de las personas que conocí me dio la confianza y me explicó, y me lancé. Ese viaje fue toda una aventura. Estuvimos en Kuranda, un pequeño pueblo en los cerros. Manejar hasta allí era un desafío con curvas cerradas, pero lo logré. Cuando llegué, lloré de felicidad porque tuve la valentía de manejar por el lado contrario de la calle en un país distinto, y, sobre todo, gané confianza. Tal vez les parezca que no es nada, pero para mí fue un gran logro, un pasito más en mi amor propio, un amor que solo descubrí llegando a Australia.
Primera vez manejando en Australia
Primera vez manejando en Australia, por el otro lado de la calle y automático, siempre había manejado autos manuales.
Luego de Kuranda seguí manejando hasta Port Douglas, hermoso pueblo costero, sin embargo, ese día tuvimos mucha lluvia y lo disfrutamos a media. El regreso fue pesado porque llovía como nunca había visto en mi vida, no podía ver las líneas de la carretera, fue todo un desafío, pero llegamos a salvo.
Lo bueno de ese auto es que coordine con la agencia para poder devolverlo en el aeropuerto, así teníamos rudas y no gastábamos en pagar un Uber.
Me hubiese gustado estar más tiempo en Cairns. Realmente me gustó el lugar: todo verde, bosques. No visité la Gran Barrera de Coral, está en la lista, pero sí hay muchas actividades para hacer. El hostal en que nos quedamos estaba a la entrada del pueblo, perfecto para mí. Conocí mucha gente maravillosa.
Hostal
Tenía casi de todo: un quincho con cocina, bar, mesas para almorzar y una pantalla gigante.
Mis recomendaciones
Cairns no es una ciudad grande, para mí es como un pueblo. Es 100% turístico, por lo que llegan todos los mochileros en busca de trabajo y oportunidades.
Buscar trabajo a las afueras de Cairns.
Juntarse con amigos y arrendar un auto juntos es fácil y se ahorra costo.
Tener repelente de mosquitos y bloqueador solar.
La mejor época del año es la temporada seca, desde abril hasta octubre.
Infaltable: Havaianas. Me compré unas hace años en Northface que eran súper cómodas para caminar.
Mis aciertos
Viajar siempre con un sombrero y una chaqueta liviana para la lluvia.
Licencia de conducir traducida.
Mis errores
No revisar si el hostal ofrece transporte del aeropuerto.
Llevar jeans; estos pantalones y shorts son pesados y calurosos. Si estás pensando en ir a Queensland en temporada seca (invierno para nosotros), es bueno tener ropa liviana. Si solo viajas con mochila, lo más rápido y económico es comprar ropa de segunda mano en Salvos.
Solo tener la cámara de mi celular, por eso las primeras fotos no tienen mucha calidad.
Conclusión
Esta experiencia de explorar Cairns me enseñó mucho sobre la valentía, la adaptación y la importancia de salir de mi zona de confort. Desde enfrentar entrevistas en un idioma que aún estaba aprendiendo hasta manejar por el lado contrario de la carretera, cada desafío me hizo crecer y ganar confianza en mí misma. Cairns, con su clima tropical y su ambiente acogedor, se quedará en mi corazón como un lugar lleno de aventuras y aprendizajes. Si estás pensando en explorar Australia, te animo a ser valiente, a tomar riesgos y a disfrutar de cada momento, porque cada paso fuera de tu zona de confort es un paso hacia el descubrimiento personal. ¡Hasta la próxima aventura!